miércoles, 30 de septiembre de 2009

Lenguaje adecuado para las roterías

Las aventuras del cabeza de milico

Dedicado a nuestro amigo más fiel, a aquel que esperamos nunca nos falle y nos siga enalteciendo en las filas de los machos alfa de lomo plateado.


Y aquí me ven. Esperando, siempre erguido, para entrar en el tan codiciado “templo del placer”. Me han tratado de imitar, pero cierto es que soy irremplazable. Podrán permitir la entrada a lenguas y dedos, incluso a seres de otro mundo, antinaturales, olientes a hule y hechizados por movimientos totalmente difíciles de superar, pero mecánicos al fin y al cabo. La verdad es que no me acompleja. Yo sólo cumplo con mi trabajo, aquel que se me ha encomendado y por el cual existo.

Pero tengo más de una tarea. Mal que mal soy el encargado de regar árboles, postes y kioscos. También me he mandado su misión secreta en algún tacho de basura o en estaciones de metro en medio de la madrugada. Pero soy bien hombrecito para mis cosas, siempre doy la cara. Lo bueno es que esto tiene su grata recompensa cada fin de semana.

Si supieran cuántas compuertas he tenido que atravesar a lo largo de mi vida, ¡¡Uf!! La cuenta sería interminable. Las he visto de todos colores, con distintos olores, sabores y looks que dan para todo. Recuerdo aquella ocasión cuando tuve que cruzar una compuerta punk, con el clásico mohicano peludo dándome la bienvenida. ¡Hey! ¡Pero no se crean que es cuestión de llegar y entrar eh! No nononono. Debes cumplir con ciertos requisitos. Por ejemplo no te permiten entrar agachado, mucho menos estar enjorobado…. Ni hablar de aquellos que andan cabizbajos. A esos ni siquiera se les permite acercarse a la puerta. Atravesar aquella compuerta es como cuando ingresas al regimiento. Debes estar siempre recto y con el casco de milico ensamblado en su posición, de modo tal que logres cumplir la misión designada.

La diferencia de esta lucha campal carne a carne es que no necesariamente debes llevar ropa de combate. Ahí depende de las órdenes que indique tu capitán. Tú sólo obedeces. Si éste manda a luchar con ese uniforme de hule, bien por ti. Se agradece. Pero si las órdenes mandan a despellejarse en el combate, no queda más que acatar. Aunque igual tienes la posibilidad de dártelas de rebelde y quedarte durmiendo, ¡uf! pero eso es decepcionante no sólo para la institución, sino también para el enemigo. Somos un equipo, funcionamos en conjunto.

He sabido de batallas complicadas, pero jamás he perdido un compañero en combate y eso me alegra. A lo más me han dejado rasmillones y un poco moreteado. Una vez estaba tan hinchado combatiendo que las venas se me salían del cuerpo, menos mal que el enemigo tuvo clemencia y no abusó de mí. Fácilmente podría haberme comprimido hasta reventar.

Una vez que atraviesas aquella puerta no hay vuelta atrás. Uno entra cargado de energía y coraje, pero por lo general el enemigo es más poderoso. Sales flácido, derrotado, cabizbajo y con el cuerpo manchado en tu propio vómito. El sabor de la derrota es asqueroso. Y es que existe todo tipo de compuertas y el camino hasta ellas no es nada fácil. Primero debes recorrer dos largas cadenas montañosas que convergen al final en una especie de túnel subterráneo, un túnel donde pareciera que sólo cabe el soldado más pequeño del escuadrón, pero a medida que lo fuerzas verás que su diámetro puede aguantar a cualquier soldado raso. Es más, tiene el poder de absorber incluso a los comandos provenientes de la provincia africana.

Para este oficio hay que tener suerte. Habrán caminos donde deberás afrontar selvas enteras, quizás te encontrarás con uno que otro insecto que intentará pegarte una de esas tantas epidemias del siglo XXI. Lo cierto es que debes seguir hasta el final. Aún así, si el olor es repulsivo, debes soportarlo a como dé lugar. Ni se te ocurra vomitar a mitad del proceso, arruinarás la misión y echarás por debajo todo el prestigio creado por este cuerpo militar. He sabido de instituciones que han fallado a medio andar y nunca más se les ha abierto puerta alguna donde batallar.

CONTINUARÁ...

5 comentarios:

  1. mira tu, andas bien creativo te diré. Me gustó tu blog Jordan. Sobre todo la frases para subir el ánimo. Saludos

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  2. Cada día más profundo en tus frases, y pensamientos. xD

    Me gustó. Bien entretenido y creativo.

    Otra forma de ver las cosas ;)

    Nicolás Vallejos

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  3. Jaja, me mató, muy bueno y distinto a lo que está haciendo el resto. Genial.

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