Anoche se realizó un nuevo debate presidencial entre los candidatos a preceder a Michelle Bachelet en el cargo. A diferencia del evento llevado a cabo en TVN, la jornada estuvo marcada por el cruce de ideas y la contra argumentación de los candidatos ante distintas temáticas. Pero más allá de eso, cabe mencionar algunas actitudes de los políticos presentes en el panel.
Analicemos al candidato de la Alianza,
Sebastián Piñera. ¿Notaron su cara de enojo cuando Enríquez O

minami le mostró un cartel de su campaña donde no aparecía la estrella de su coalición? Uff!!! Si hasta lanzó el papel sobre la mesa. La disputa entre ambos permaneció durante toda la noche, dejando un tanto de lado a Frei y Arrate. Posteriormente Piñera llamó a M.E.O. a no caer en descalificaciones personales cuando éste señaló que su asesor era José María Aznar. Ante eso saltó Frei, reclamándole que anteriormente lo había aludido por el indulto que, el entonces Presidente, hizo a narcotraficantes, y ahora pedía que no se descalificaran. Así y todo, si hay algo que es evidente en Piñera es que le cuesta expresar lo que siente, él mismo lo reconoció. ¿Notaron que durante todo el debate borró de su rostro aquella sonrisa tan característica que ha promovido a lo largo de su campaña? ¿Si en el debate anterior sonrió siempre, por qué ahora no? ¿Será que no es tan característica de su personalidad? o ¿Habrá sido la encuesta publicada por la UDP, donde perdía frente a M.E.O. Y Frei, la que le quitó la sonrisa?
Otro que sacó a relucir su personalidad irreverente y petulant

e, fue el díscolo
Marco Enríquez Ominami. Miraba hacia el techo cuando los demás respondían, se intercambiaba papelitos con Arrate mientras Piñera contestaba y en un par de ocasiones, con la habilidad que lo caracteriza, logró llevar las preguntas hacia otro lado. Le preguntaban por Frei y respondía por las acciones de Velasco en la semana. Sacó a relucir su juventud respecto de sus contendores y los felicitó por la energía puesta en la campaña. Pero fue el más provocador de todos, generando incluso el enojo de Piñera con el tema de los afiches. Sin embargo le pesaron sus dichos anteriores, por ejemplo cuando durante la campaña presidencial de Bachelet mencionó que no estaba preparada para el cargo. En términos formales, siempre estuvo pendiente de la cámara que lo enfocaba y a ratos la lengua se le movía con la misma velocidad de cuando estaba en el Parlamento. Poco se le entendía.
“Farándula, pura farándula”, dijo el candidato de la Concertación,
Eduardo Frei refiriéndose a M.

E.O. y Piñera cuando enviaban saludos a las esposas de ambos. El ex Presidente criticó que las preguntas estuvieran enfocadas en sus defectos y virtudes y no en el plan de su posible gobierno. Se le vio tranquilo al responder, pero siempre le faltó tiempo. En sus respuestas y contra respuestas miraba a los moderadores y no a los candidatos. Dijo no estar arrepentido del indulto a narcotraficantes y cuando se le preguntó qué defecto debería cambiar para ser un buen presidente, pronunció su nariz. Posteriormente señaló que el hecho de ser fome. Además sacó a relucir la calidad de empresario de Piñera cuando éste se vio complicado ante una pregunta. “Eso es lo que pasa cuando uno mezcla la política con los negocios”, afirmó el ex senador. Se refirió a Lula Da Silva como modelo a seguir en América Latina. En la siguiente pregunta dirá que Bachelet es el modelo. Se le pasó en primera instancia, pero después alcanzó a darse cuenta. Frei a menudo eligió un número de pregunta tocándose la nariz, pero ¿Qué significa ese gesto que hace con los dedos sobre su nariz? ¿Qué es narigón? Eso queda a la vista, pero ¿Burlarse de ese defecto lo hace acaso más entretenido? ¿Provoca algo entre los votantes?
Con la tranquilidad de un hombre de su edad,
Jorge Arrate se mostró casi todo el debate. Aunque a

ratos esa calma se mezclaba con el reflejo de un cuerpo algo cansado. El representante del pacto comunistas Juntos Podemos tiene toda una trayectoria y sabe cómo manejarse. No cayó en las descalificaciones de M.E.O., en los enojos de Piñera, ni en las alusiones a la farándula de Frei. Dijo a Piñera: “Tienes problemas con las minorías”, manifestando que en su coalición han mostrado rechazo ante temáticas como la píldora del día después y el matrimonio homosexual, entre otros. Un defecto que mencionó el candidato, es que “cometo injusticias cuando me molesto”. Ojalá si llega a ser Presidente no se moleste, porque sino estamos fregados. Arrate tiró una bomba que de seguro hará saltar en un pie a los bolivianos. Consultado sobre el tema marítimo respondió: "quiero ir de frente y derecho: soy partidario de resolver la mediterraneidad de Bolivia con salida soberana al mar. Es un error estratégico enclaustrar a Bolivia", enfatizó.

Y así concluyó un debate más entre los presidenciables, ad portas de los resultados de la encuesta CEP y próximos a que se comiencen a emitir las distintas franjas electorales de los candidatos, para que el 13 de diciembre Chile elija a su Presidente.
¿Y usted qué opina?
*Fotografías obtenidas desde el sitio web de Canal 13